La reconocida marca VIMAR es una empresa argentina ubicada en la localidad de La Reja, partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, con años de prestigio en la producción integral de distintos productos como alfajores, conitos, galletitas, budines y pan dulce. Sus procesos de elaboración, la alta calidad de sus productos y la competitividad de sus precios la han convertido en una empresa líder en el mercado.
La novedad es que VIMAR agregó a sus alfajores triples 18 versículos bíblicos impresos en su packaging.
Frases como: «Tu guardarás en completa paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado», «No te dejaré ni te desampararé», «Cuida tu corazón mas que nada en el mundo porque él es la fuente de la vida», «Aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo», «El Señor es mi Pastor, nada me faltará», y «No tengas miedo, solo ten fe», «No hay amor más grande que dar la vida por los amigos», «Busca a Dios primero y Él cumplirá los sueños de tu corazón», «Es mejor dar que recibir» y «Dios es amor», acompañan cada una de sus unidades, con un mensaje de fe y esperanza, ‘divulgando subliminalmente’ la Palabra de Dios.
Cuentan desde TikTok: «Tenemos uno de los alfajores más baratos del mercado que compite con marcas líderes». «Seguramente alguno comió algún alfajor triple de VIMAR de paquete blanco y van a encontrar diferentes mensajes bíblicos en la parte de atrás».
Jorge Paretti gerente general de Alfajores Vimar & Trassens cuenta en el libro ‘Cómo hice lo que hice, o mejor dicho, cómo Dios hizo lo que hizo’, que comparte su historia como parte de un grupo de profesionales y empresarios cristianos evangelistas.
Según sus palabras: «Cuando me enteré de que mi suegro estaba atravesando por una situación difícil, me propuse a ayudarlo 3 meses. Así ingresé a la empresa que hoy dirijo. En aquellos días, la deuda era tan grande que iba a ser una carga impagable no solo para mi familia, sino para mis hijos y nietos. No podía más, y en una reunión familiar les pedí a mis padres y mis hermanos arrodillarnos delante de Dios y clamar en oración. Elegimos honrar la deuda, y al cabo de 2 años, pagamos todo. Lo que era imposible a ojos de contadores, abogados y empresarios, Dios lo hizo posible».
«Pero cunado todo estaba encaminado, vino la soberbia. Proverbios 16:18 dice: ‘Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso’. Me había olvidado de lo que Dios había hecho».
Continúa explicando: «A partir de ese momento, la empresa comenzó a caer como desde 10.000 metros de altitud, sin paracaídas. Lo que se había construido durante 12 años, se desmoronó en apenas 18 meses. Fue en ese proceso que experimenté ese miedo que te paraliza, te bloquea, y te lleva a senderos que no sabes dónde terminan. El miedo es lo opuesto a la fe. Por eso hay que confiar en el Señor (Proverbios 3:5-7)».
«Es ahí cuando valoré a mi familia, porque estuve a punto de perderla. Por eso digo: Conéctate con Dios primero, con su familia segundo, y luego con tu trabajo».
Y finalizó: «Dios tuvo que llevarme a la fuerza a un evento para hablarme, y preguntarme: ¿Qué más tengo que hacer para que me creas? Me pasé días enteros llorando. A partir de ese instante todo cambió, y nunca volví a ser el mismo. Dios me dijo: Hace mucho que estaba esperando que me digas esto. Ahora verás lo que voy a hacer».
«Dios opera de manera sobrenatural también en el mundo de los negocios. Dios es fuente de todo. Si tú consideras a Dios como fuente de todo, vas a ser bendecido para bendecir según la promesa de Génesis 12:2».
Es el tiempo de un nuevo empresariado. El reino de Dios y el mundo necesitan profesionales y empresarios que entiendan que la Iglesia de Cristo es una sola, que generen ingresos para engrandecer el reino de Dios y que sean modelos íntegros en un mundo que clama por esta clase de liderazgo.
Por La Pisada Producciones.