El Rvdo. Juan R. Zuccarelli pastorea la Iglesia Central Cristo La Única Esperanza ubicada en Av. 66 e/ 137 y 138 nº 2121, Los Hornos, Provincia de Buenos Aires. Argentina. Desde el año 1984 lidera el Ministerio Carcelario Cristo la Única Esperanza, organización religiosa argentina que se enfoca en brindar apoyo espiritual y asistencia a las personas privadas de libertad en cárceles y centros de detención.
En el primer culto del año celebrado en la Unidad Penitenciaria Nº 1 Lisandro Olmos se realizó una ceremonia muy especial con 1300 internos que conocieron tras las rejas el mensaje de salvación y libertad.
En la reunión, los detenidos entonaron cánticos cristianos y fueron parte de un momento muy especial al tomar una determinación tan importante en sus vidas.
El pastor Zuccarelli es un conocido líder religioso que ha dedicado gran parte de su ministerio a trabajar con personas en situación de vulnerabilidad, incluyendo a los presos.
Nos cuenta sobre sus comienzos: «Conocí al Señor en 1976 y en el año 1983, ya casado con mi esposa Mary, sentimos el llamado a las cárceles. En ese año se había producido un motín muy fuerte en Olmos donde murieron varios internos. Cuando llegué a la Unidad 1 de Olmos, la cárcel más grande de Argentina, no me dejaron entrar. La única forma de poder hacerlo era como guardia cárcel y así lo hice». Reflexiona: «Los primeros tiempos fueron muy duros, de 3000 internos solo 4 eran cristianos».
«En 1985, consagramos al primer pastor de la Unidad 1 de Olmos llamado Antonio Arcadio García, nacido en la ciudad de Berisso. Al irse en libertad tomó su lugar Chiquito Delgado y luego siguieron muchos más. Hicimos la primera Campaña Evangélica en Olmos, donde predicó el pastor José Luis Tessi, que actualmente está pastoreando en la ciudad de Tandil. Bajaron alrededor de 300 internos de los cuales 100 aceptaron al Señor. Más tarde tuvimos la oportunidad de tener el primer pabellón para cristianos exclusivamente; eran 24 internos. Luego el segundo y así hasta llegar a los 1.500 internos en Olmos (Unidad 1)».
«Más tarde el jefe de la unidad Neuropsiquiátrica de Melchor Romero, me pidió que realicemos allí lo mismo que en Olmos. En ese momento el Pastor interno de Olmos era Ramón Ávalos. Él había llegado a Olmos con esquizofrenia, fuga mental, 37 delitos, era analfabeto, había sido Pai umbanda y era un hombre muy agresivo que tomaba diecinueve psicofármacos al día. Dios hizo un milagro sanándolo, salvándolo y restaurando su vida; nosotros comenzamos a enseñarle a leer y escribir, y fue el Pastor de 1.500 internos. En una oportunidad lo llame a Ramón y le dije “te vamos a mandar como el primer misionero intercarcelario”, y lo trasladamos a la Unidad Nº 10 de Melchor Romero, para comenzar una Iglesia. Dios comenzó a hacer milagros, sanando, liberando y bautizando a muchos. Entendí que podíamos formar iglesias dentro de otras cárceles fuera de Olmos, así que comenzamos a mandar internos como misioneros y esto dio un resultado extraordinario. Al poco tiempo se comenzaron a construir cárceles y los directores me pedían hermanos de Olmos para comenzar bien la obra desde su inicio; así fue como llegamos a tener pabellones cristianos en todas las cárceles de la Provincia de Buenos Aires».
«Yo creí que esta era la visión que Dios nos había dado: formar Iglesias dentro de las cárceles, con sus pastores y líderes internos Pero la visión es como una montaña, cuando llegamos a la cima Dios nos muestra que hay una más alta y podemos hacer dos cosas: quedarnos a descansar en la cima o conquistar la próxima. Así que el gobierno de la Provincia me llamó haciéndome la propuesta de tener una cárcel totalmente cristiana. Yo le dije que podíamos hacerlo y me dieron una vieja cárcel para ciento diez internos. Nombramos a Daniel Tejeda como Director cristiano, y comenzamos».
«Fue tan bueno el trabajo que nos dieron una cárcel más grande para 300 internos. Teníamos un problema, la cárcel no tenía nombre oficial así que el gobierno me preguntó cómo se llamaba la Iglesia de Olmos, yo dije: ‘Cristo la Única Esperanza’, y ellos dijeron que ese nombre les gustaba, y oficialmente en la actualidad ese es el nombre de la Cárcel (de la Unidad 25 de Olmos)».
«De allí está saliendo un modelo para nuestras provincias de Santa Fe, Misiones y para muchas ciudades del mundo, porque creemos que para Dios todo es posible; Él tiene poder para cambiar y transformar a los peores delincuentes. Nos han honrado en las ciudades de Johannesburgo y Pretoria, capital de Sudáfrica dado que sus cárceles han abierto 2 iglesias evangélicas con el nombre de nuestro Ministerio, Cristo la Única Esperanza. Y en nuestro país, en la actualidad, hay 8.000 internos evangélicos en las cárceles de la Provincia de Buenos Aires y han pasado más de 30.000 por nuestro Ministerio».
Cabe destacar que el Ministerio Carcelario Cristo la Única Esperanza también tiene una granja de rehabilitación de 96 Hectáreas, en Magdalena, donde albergan y enseñan diferentes oficios a ex-internos para que su posterior reinserción en la sociedad sea favorable.
Durante sus inicios y hasta la actualidad en la Unidad 25, Cristo La Única Esperanza, tanto los directivos como la mayoría de sus guardias y profesionales también confesaron la fe evangélica. La generalidad de los internos de la U25 había solicitado ese destino y todos los que permanecían allí lo hacían por decisión personal y asumiendo el compromiso de sujetarse a un régimen sumamente estricto que, entre otras cosas, prohibía el consumo de tabaco, drogas y alcohol, a la vez que exigía una activa participación en actividades religiosas, de trabajo y de estudio. A cambio, se les ofrecía una detención sin riesgos para su integridad física y alejada de las privaciones extremas y el hacinamiento que distinguen al resto de las cárceles del SPB.