El Sello

Buenos Aires, jueves 19, septiembre 2024
El tiempo - Tutiempo.net

Yo Tengo un Sueño (I Have a Dream) Sé lo que serás.

Por Ana Kelleyian Manoukian

19 de septiembre de 2023
👁‍🗨 55311

Tener un sueño es primero personal, luego se comparte. De tanto en tanto, como en el caso de Martin Luther King, puede ser colectivo. A veces es mejor que nuestros sueños no se cumplan: un amigo en la infancia quería ser ascensorista, pero fue contador. Un sueño en la niñez no siempre es una visión.

A medida que crecemos, muchas veces, vamos reemplazando la vocación personal en función de la responsabilidad de trabajar en aquello que nos permita cumplir el sueño de formar una familia, tener bienestar, formar un ahorro, ir de vacaciones, entre tantas cosas.

Cuando los hijos llegan y los vemos crecer vienen a nuestra mente algunas opciones para su futuro: que sea el mejor en alguna vocación que vislumbramos, por ejemplo, ser el nuevo Messi. Pero también aparecen nuestros antiguos sueños que quisiéramos ver realizados en la futura generación.

 

Cuando los hijos llegan y los vemos crecer vienen a nuestra mente algunas opciones para su futuro: que sea el mejor en alguna vocación que vislumbramos, por ejemplo, ser el nuevo Messi. Pero también aparecen nuestros antiguos sueños que quisiéramos ver realizados en la futura generación.

Al crecer nuestros hijos nos sorprenden con deseos completamente diferentes a aquellos sueños que acariciamos y hasta «profetizamos» para ellos. La mayoría de los menores no sienten ninguna carga por cumplir los sueños de sus padres. Quizá antiguamente los mayores podían digitar los estudios u oficios, la casa y hasta la pareja de cada uno de sus hijos, nietos o sobrinos.

Así como con los estudios, también con la fe, muchos optan que los adolescentes y jóvenes decidan en qué quieren creer. Es que muchos padres no conocen acerca del funcionamiento del cerebro, en especial los de sus hijos, que cambian radicalmente y más rápido de lo que creen. No en vano la Biblia aconseja, casi imperativamente, que se instruya a los niños en su camino. Hoy diríamos que es en Jesús que es el camino, pero también en el camino de su propia vocación que marcan sus intereses, aptitudes, personalidad y deseos.

Es que la adolescencia y la juventud, según la OMS, puede llegar hasta los 40 años. La vida bíblica era: «Setenta son los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta ochenta». Hoy una persona de esa edad es activa en su vida de negocios, física y social. La vida se ha alargado creando palabras para etapas intermedias como preadolescentes, teenagers, primera y segunda juventud, adulto mayor, tercera, cuarta y hasta la quinta edad.

El prefrontal cerebral es quien dirige las decisiones, aun las más pequeñas, es también quien cumple las funciones ejecutivas, resuelve los conflictos, elige pareja, estudios, trabajo y generalmente, sin la ayuda de los padres. Lo que sucede, es que la formación del frontal-prefrontal termina alrededor de los 28 años. Pero hoy las más importantes decisiones se deben toman antes.

Lo que en tiempos del Nuevo Testamento sucedía a los 30 años se fue adelantado, en nuestra generación ya pasó de 21 a 16 como “mayores de edad”. Aunque muchos crean que social y políticamente puede ser adecuado, eso no hace que el cerebro apure su crecimiento ni su madurez.

Pero los padres podemos y debemos guiar sabiamente a nuestros hijos. Ellos no están para cumplir nuestros sueños.

 

He acompañado a más de 100 jóvenes en su elección profesional y actualmente la mayoría decide por una segunda carrera universitaria, al menos en Buenos Aires. Por la falta en el desarrollo de su personalidad psicofisiológica inician estudios por la moda, porque creen que ganarán mucho dinero, porque serán famosos o para acompañar a algún amigo.

Al avanzar los años, muchos estudian lo mismo que alguno de sus padres, porque es la decisión adulta. Muchas veces consideran que esa debía ser la real decisión o que el legado de los padres y hasta de sus abuelos no debería perderse sino aprovecharse.

Qué decir desde aquí a los padres: paciencia. Segarás lo que sembraste no por fuerza sino por tiempo, amor y oración. Recuerda que el legado más importante no es la empresa o la profesión, ES LA FE.

Deuteronomio 6: 6 y 7 dice: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.

Mi idea de que la niñez y la adolescencia son la esperanza que tenemos para construir un mundo mejor no es original. Sin embargo, el quehacer de cada día al criar y educar a los menores, en general no la asociamos con el futuro sino con la visión y la ambición de cada familia. Reconocemos que la educación en valores sociales es importante, pero son tantas las tareas a cubrir cuando hay niños que nos abrumamos. A los adultos nos resulta que somos insuficientes en algún área al criar niños. A veces observamos otras familias y comparamos actividades y resultados.

El quehacer de cada día al criar y educar a los menores, en general no la asociamos con el futuro sino con la visión y la ambición de cada familia.

 

Es difícil adaptar los tiempos, modos y agendas con pequeños que crecen cada día, a la vez que queremos avanzar también como adultos en nuestras finanzas, educación, vocación. Todo debe funcionar coordinadamente, pero por alguna parte hacemos agua o nos distraemos. Es que nadie nos enseña a ser papás. La experiencia de haber ayudado a tantas familias como psicóloga sistémica me ha inspirado a escribir libros respecto de estos temas. No te pierdas -9 a 18, desde la concepción hasta la adolescencia. Es una guía para padres y maestros que podés conseguir en www.psicologaana.com o comunicándote al teléfono 11 5646-0870.

Empieza a cumplir tu sueño al ver crecer a tus hijos.

 

Ana Kelleyian Manoukian

PhD Psicóloga, Neuroteóloga, Escritora, Senior Coach MN 44431. Cofundadora de la Iglesia Cristo es el Cambio, CABA, Argentina. Viuda, un hijo y una nuera. Lic. en Teología, Lic. En Psicología, Dra. en Psicología, Dra. en Filosofía y en Educación Cristiana. Prof. Universitaria en Arg. y en EEUU. Autora de siete libros español/inglés. Fundadora de Psicología Cristiana, del Instituto INEA, de MISION Niños.

contacto@psicologaana.com

psicologaana.com    –    facebook.com/DraAnaKelleyian

 

Compartir