El conocido pastor, orador y autor de best-sellers Max Lucado, que en sus propias palabras, ‘escribe libros para quienes no leen libros’, compartió a través de sus redes sociales su decisión de tatuarse su antebrazo la palabra «Tetelestai» que significa «¡Consumado es!».
Explicó que precisamente se cumple 50 años que Cristo lo rescató y perdonó sus pecados y como parte de ese agradecimiento quiso dejar fijada su Palabra favorita en la Biblia
Max Lucado manifestó: «Estoy celebrando las bodas de oro de la gran gracia de Dios en mi vida. Hace 50 años, esta primavera, la gracia me encontró. Mi testimonio está entrelazado con mi palabra favorita de la Biblia. En la cruz, Cristo proclamó: “¡Consumado es!” (Jn. 19:30). En griego: “¡Tetelestai!».
Este fue el mensaje que cambió mi vida.
Era un sinvergüenza de 20 años, un vago, un tren descarrilado. Mi prioridad eran los six-packs; no los que se obtienen haciendo abdominales, sino los de Coors.
Amigos, era un desastre. No solo estaba borracho, sino que era racista, misógino, pendenciero e intrigante. Y lo peor de todo, era un hipócrita.
Me preguntaba, sinceramente, ¿podría Cristo perdonar a un imbécil como yo?
Una tarde de primavera de 1975, escuché a un predicador describir una gracia mayor que el pecado. En la cruz, Cristo pagó mi deuda. Está pagada, pagada en su totalidad.
Dije que sí.
Eso fue hace 50 años. En el medio siglo transcurrido, le he fallado a Jesús muchas veces, pero él nunca me ha fallado.
Para conmemorar este aniversario, me hice un tatuaje. Tetelestai: Se acabó.
No a todos les gusta la idea de que un pastor de 70 años se haga un tatuaje. No importa. No lo hice por la gente, lo hice para agradecer a Jesús que pagó una deuda que yo no podía pagar. ¿Conoces esta gracia?
Me importa un bledo si esta verdad está tatuada en tu piel, pero me importa profundamente que esté tatuada en tu corazón. Mi oración del Viernes Santo es sencilla: Que Cristo te conceda lo que me ha dado a mí: gracia sobre gracia.
En los últimos años, Max Lucado ha sido transparente sobre sus luchas personales, como el estrés ministerial y el consumo de alcohol, además de enfrentar un diagnóstico de aneurisma en 2021. Compartió que Dios lo encontró en medio de su debilidad y le dio un nuevo nombre: ‘perdonado’.
Lucado sirve a la comunidad de la Iglesia Oak Hills en San Antonio, Texas, y su mensaje es para los que sufren, los culpables, los solitarios y los desanimados: Dios te ama; déjalo.