La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París generó una fuerte controversia al parodiar con drag queens, una modelo transexual y un cantante desnudo disfrazado del dios griego del vino Dionisio, «La última cena», el famoso mural de Leonardo Da Vinci que recrea la cena de Jesús con sus discípulos, previa a su muerte.

Tras la polvareda levantada, los organizadores expresaron -según los titulares de varios medios- una disculpa.  Anne Descamps, portavoz de París 2024 declaró: «está claro que nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso. (La ceremonia de apertura) intentó celebrar la tolerancia comunitaria… Creemos que esta ambición se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, lo sentimos mucho» [1].

No sé qué produce más indignación, si el penoso espectáculo (condenado desde la Iglesia Católica francesa hasta líder de la izquierda radical de ese país, Jean Luc Melenchón) o las declaraciones de la vocera.

Si realmente al Comité Organizador le

importara la tolerancia comunitaria, hubiera

tenido en cuenta los sentimientos ajenos. 

Basta notar desde el inicio la pasividad manifiesta frente a los objetos que arrojaban los simpatizantes marroquíes al equipo de fútbol argentino, el llamado a Corea del Sur por el nombre República Popular Democrática de Corea (designación oficial de Corea del Norte, nación con la que se encuentra en conflicto) durante la ceremonia inaugural [2] o el ofensivo uso de himno nacional de Sudán para la selección de basquetbol de Sudán del Sur, cuando esta nación de independizó de aquella en 2011 [3].

DISCULPAS MENTIROSAS

La supuesta declaración de disculpas o pedido de perdón (título que le dieron varias publicaciones prestigiosas) es, en realidad, una autoaprobación de lo realizado.

Lo primero que dice la declaración es que «que nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso». Un hecho no es bueno o malo por la intención que tiene sino por sus consecuencias. Nótese que en el Derecho se castiga penalmente el delito culposo que es aquel se comete sin ninguna intención de hacer un daño, sea por impericia, imprudencia o negligencia. De todos modos, creemos que la burla no fue un acto inocente, carente de intención; más adelante fundamentaremos el por qué.

Luego sigue «La ceremonia de apertura) intentó celebrar la tolerancia comunitaria…  Creemos que esta ambición se logró». ¿Quiénes son los organizadores para decir si se logró o no el fin propuesto? ¿No debería decidirlo el público? ¿No son capaces de ver en el amplio rechazo su propio fracaso? La ceguera voluntaria tampoco es un signo de buena fe y, menos aún, dar por cumplida su misión, sin importarle el daño infligido.

Finalmente, la frase «Si la gente se ha sentido

ofendida, lo sentimos mucho» no tiene nada de

disculpa, sino que, por el contrario, el mensaje de

la portavoz transfiere el problema al público: en

otras palabras, la molestia no es a causa de lo que

hizo el Comité Organizador, sino de la

hipersensibilidad de los espectadores.

Poco faltó para que el Comité Organizador culpara a los ofendidos de transfobia y homofobia. Debe creer que la gente es tan estúpida como para ver en esas frases algún signo de arrepentimiento o pedido de perdón.

LA INTENCIÓN ESTÁ A LA VISTA

Para muchos las diversas referencias a la libertad sexual durante la ceremonia inaugural fueron legítimas. Tal es el caso del periodista argentino Ernesto Tenenbaum, que las considera valores centrales de las democracias occidentales que están siendo amenazadas por «la derecha» [4].

Más allá de su falaz asociación (las democracias occidentales tienen los valores que sus pueblos eligen; no son patrimonio de la izquierda, como parece sugerir), su postura coincide con los organizadores de la ceremonia inaugural y con aquellos que creen que es una forma de terminar de sepultar la antigua tiranía religiosa.

Sin embargo, hay dos hechos centrales que los que adhieren a esta postura se niegan a reconocer. El primero es que una sociedad se construye respetando al prójimo, no defendiendo una supuesta libertad sexual por encima de él. Hablamos del respeto a 2,400 millones de cristianos.  ¿No hubieran podido comunicar lo mismo utilizando otra manera?

Lo segundo es aún más importante:

Han utilizado un encuentro deportivo para hacer

propaganda ideológica. ¿Qué tienen que ver los

juegos olímpicos con la diversidad sexual? Como

los nazis en 1936, durante las Olimpiadas de

Berlín, se sirven de los Juegos para inculcar una

ideología totalmente ajena al propósito del

encuentro. Por eso decimos que sí hubo una

intención deliberada y que las declaraciones de

Anne Descamps en nombre del Comité

Organizador no solo son mentirosas, sino que

culpan a las víctimas.

Tres reflexiones finales para esta vergonzosa puesta en escena de la ceremonia de apertura. La primera, ¿por qué no hicieron lo mismo con los musulmanes? ¿No será por miedo a una reacción como la que hubo contra el semanario Charlie Hebdo? ¿Acaso no parece una muestra de cobardía ensañarse con los cristianos que hablan del amor y del perdón y no creen en la venganza?

La segunda, siendo que se trata de un evento con

millones de observadores, ¿eso es lo mejor que

Francia puede mostrar al mundo? ¿No tienen otra

cosa que ofrecer mejor que una exhibición

ofensiva? ¿Es ese el mayor aporte de la cultura

francesa a la humanidad?

La última: aunque su intención sea mofarse, paradójicamente, han hecho que el mundo vuelva a mirar a Jesús: esta payasada -porque parecían figuras escapadas de un circo- pronto quedará en el olvido, pero la obra de Da Vinci siempre seguirá poniendo en el centro a quien gran parte de la humanidad considera Rey de reyes y Señor de señores.

© Pablo R. Bedrossian, 2024. Todos los derechos reservados.

https://pablobedrossian.com

REFERENCIAS

[1] Val, Eusebio, “La organización de los JJ.OO. pide perdón a los ofendidos por la representación de ‘La última cena’ en la inauguración”, Diario La Vanguardia, 28/7/2024, https://www.lavanguardia.com/deportes/20240728/9835071/organizacion-jjoo-pide-perdon-ofendidos-representacion-ultima-cena-inauguracion.html

[2] Agencia EFE, “COI se disculpa con Corea del Sur por confundirla con Corea del Norte en la inauguración”, SWI, Swissinfo.ch, 28/7/2024, https://www.swissinfo.ch/spa/coi-se-disculpa-con-corea-del-sur-por-confundirla-con-corea-el-norte-en-la-inauguraci%C3%B3n/85241512#

[3] López, Enrique, “Se equivocan con el himno de Sudán del Sur en los Juegos de París”, Adrenalina, Diario Excelsior, 28/7/2024, https://www.excelsior.com.mx/adrenalina/se-equivocan-con-el-himno-de-sudan-del-sur-en-los-juegos-de-paris/1664995

[4] Tenenbaum, Ernesto, “La última mutación de Javier Milei”, InfoBAE, 27/7/2024, https://www.infobae.com/opinion/2024/07/28/la-ultima-mutacion-de-javier-milei/ dice “Toda esa belleza y potencia cultural fue acompañada por una especie de manifiesto político que expresó, deliberada y provocativamente, un punto de vista muy discutido actualmente en el mundo occidental… especialmente una muy evidente reivindicación de la libertad sexual.. Mujeres trans, bailarines que usaban polleras, un trío de jóvenes que se besaban y se metían en una pieza juntos, después de cerrar la puerta para que la cámara no pudiera tomar lo que hacían, hombres que caminaban de la mano, fueron ingredientes frecuentes en la muestra… Todos esos valores que diferencian a las democracias occidentales de todo el resto de los sistemas políticos, pero que en los últimos tiempos están bajo ataque por parte de las nuevas expresiones de la derecha”.

CRÉDITOS MULTIMEDIA

La foto de portada está tomada del La Jornada del 29/7/2024, quien la toma de Afp, https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/04/09/deportes/anillos-olimpicos-se-colocaran-en-la-torre-eiffel-con-motivo-de-jo-825