En un movimiento sin precedentes, la comunidad sorda pudo ver la vida, el ministerio y el sacrificio de Jesús como nunca en la pantalla grande. «JESÚS: Una película de misiones para sordos», el primer largometraje presentado íntegramente en lenguaje de señas americano (ASL).
El filme debutará en los cines el 20 de junio. Dirigido por Joseph D. Josselyn y protagonizado por Gideon Firl, ambos sordos, es un proyecto de Deaf Missions, un ministerio dedicado a comunicar el Evangelio de Jesús a las personas sordas a través del lenguaje del corazón, en colaboración con GUM Vision Studio.
«Al crecer en una familia cristiana, vi muchas películas sobre Jesús. Pero siempre me pregunté: ¿y si estas películas estuvieran en lenguaje de señas?» dijo Josselyn a través de un intérprete. «Después de unirnos a Deaf Missions en 2006, la idea comenzó a tomar forma, aunque parecía desalentadora en ese momento debido a la escala de producción, tecnología y financiación requerida».
Años de experiencia y la finalización exitosa de la Biblia en ASL, reforzaron la confianza de Josselyn. «Inicialmente creamos una adaptación cinematográfica del libro de Job, que nos dio la destreza que necesitábamos. Nos sentimos listos para emprender un proyecto más grande, que nos llevaría a ‘JESÚS’», explicó.
Completamente en lenguaje de señas, «JESÚS: Una película de misiones para sordos» dramatiza momentos claves del ministerio de Jesús, incluidos Sus milagros, Su poder transformador y Sus desafíos a la élite religiosa en una época de alta tensión bajo el dominio romano en Judea.
«Los judíos anticipaban un Mesías, pero Jesús no era lo que esperaban. Lo que los líderes religiosos orquestaron para que fuera el fin de Jesús cambió el mundo para siempre», señala la descripción de la película.
Josselyn explicó que los cineastas «fueron de un lado a otro y lucharon» sobre qué aspectos de la vida de Jesús incluir en la película, y finalmente se decidieron por el propósito central de Su ministerio: Su perdón de pecados y Su amor.
El impacto de la película en la comunidad sorda y más allá es algo que entusiasma tanto a Josselyn como a Firl. Cuando la película llegue a los cines, se espera que abra nuevas puertas para la comunicación y la comprensión, dijeron.
«Tuvimos la visión de que esto llegaría a las personas sordas a través de las iglesias y centros comunitarios que los albergaban, pero nunca pensamos realmente que podría ser en el cine», dijo Josselyn.
Firl destacó las implicaciones más amplias de la película y expresó su esperanza de que fomente una mayor inclusión dentro de la comunidad cristiana en general, reconociendo e integrando a las personas sordas, buscando la unidad dentro de la iglesia e imaginando las conversaciones que podría tener el apóstol Pablo sobre el tema. Y agregó: «Quiero que las personas oyentes sepan que hay personas sordas y que hay muchas que no han hablado con una persona sorda en toda su vida», dijo. «Mi corazón es que la comunidad oyente reconozca que las personas sordas son del mismo Cuerpo, que comiencen a participar y a preguntar: ‘¿Cómo puedo servirles? ¿Cómo podemos servirnos unos a otros?’». Finalizó: «Esta película es una manera de resaltar cómo podemos unir a la gente en unidad».
Josselyn también desafió a la comunidad sorda a dar un paso al frente y liderar, enfatizando que el empoderamiento es un elemento crucial para cerrar la brecha entre las comunidades sordas y las oyentes. «La gran palabra es ‘empoderamiento’, que las personas sordas puedan liderar; eso es muy vital», dijo. «Los sordos, en el pasado, llegaron a un punto en el que sabían que no debían asociarse con un grupo de oyentes debido a la falta de poder. Quiero alentar y capacitar a los sordos para que puedan liderar, dar un paso al frente y hacer su parte».
Sobre Deaf Missions
La misión de Deaf Missions es comunicar claramente el Evangelio de Jesús a las personas sordas a través de su lengua, cultura e identidad. Resulta impactante saber que 68 de 70 millones de personas sordas no conocen a Jesús…
Aproximadamente el 98% de la población mundial de personas sordas nunca ha encontrado al verdadero Jesús. ¿Cuál es el problema número uno que enfrentan las personas sordas cuando se trata de conocer a Jesús? La respuesta se reduce a dos palabras: barreras de comunicación.