Las iglesias en Nicaragua que se posicionan contra la injusticia y las violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno son vistas como agentes desestabilizadores. Esto los convierte en blanco de hostilidad, que incluye intimidación, acoso, vigilancia, detenciones y agresiones.
La cristiandad católico-romana es la más susceptible a la oposición. El gobierno es particularmente hostil con las iglesias que ofrecieron refugio y atención a las personas durante las protestas antigubernamentales que estallaron en 2018.
Los templos permanecen bajo vigilancia constante y reciben frecuentes difamaciones. La proximidad de las elecciones y los recientes cambios en la ley sirvieron de pretexto para calificar a los líderes cristianos de terroristas y golpistas. Esto aumentó las restricciones a las iglesias y organizaciones cristianas.
«Es una forma de presionarnos. Intimidan a la iglesia de Jesús para demostrar que tienen el control» expresó el pastor Tito, líder cristiano en Nicaragua
En este 2023, la hostilidad hacia los cristianos aumentó en Nicaragua, lo que lo llevó a figurar entre los 50 países de la Lista Mundial de Persecución. Desde que comenzaron las protestas contra el régimen dictatorial en 2018, el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, trataron de acallar las voces disidentes, especialmente la de la iglesia, que tiene un papel influyente en el país.
Fueron cerradas escuelas y canales de televisión cristianos, así como organizaciones benéficas religiosas. Al mismo tiempo, se detiene y condena arbitrariamente a los cristianos. El objetivo es silenciarlos y hacerles perder credibilidad ante la población.
El término “tipo de persecución” se utiliza para describir distintas situaciones que provocan hostilidad contra los cristianos. Los tipos de persecución de los cristianos en Nicaragua son: opresión comunista y poscomunista, corrupción y delincuencia organizada.
Las fuentes de persecución son las impulsoras/ejecutoras de las hostilidades, violentas o no violentas, contra los cristianos. Suelen ser grupos más pequeños (radicales) dentro del amplio grupo de seguidores de una determinada visión del mundo. Las fuentes de persecución a los cristianos en Nicaragua son: funcionarios gubernamentales, partidos políticos, grupos paramilitares, grupos de presión ideológica y redes delictivas.
En comparación con otros países latinoamericanos, los incidentes de persecución de mujeres y niñas cristianas son relativamente bajos. Quienes corren mayor riesgo son las mujeres que se oponen al régimen.
Debido a la falta de confianza en el sistema judicial de Nicaragua, muchos no presentan cargos contra sus perseguidores. Esto significa que gozan de impunidad. Incluso cuando se escuchan algunas denuncias y se detiene a los perseguidores, en poco tiempo reciben un indulto y vuelven a ser libres.
Los hombres son susceptibles de sufrir formas de persecución más visibles que las mujeres. Quienes resultan más activos en las manifestaciones contra el gobierno y la mayoría de los líderes eclesiásticos son los hombres jóvenes.
Aquellos que participan en iglesias conocidas por su oposición al régimen son los más propensos a la represión y por esta razón muchos hombres, especialmente líderes, se ven obligados a huir del país, donde quedan expuestos a las redes de trata de personas y a otros grupos delictivos.
Fuente: puertasabiertasal.org