Pocas personas desean ocupar el segundo lugar en la vida; generalmente, nadie quiere desempeñar el papel de suplente, aquel que trabaja en las sombras y no recibe el reconocimiento público. Aunque todo trabajo es digno, a veces anhelamos estar en el centro de atención.

Jonatán nos enseña una valiosa lección sobre el papel que desempeñamos en la vida de los demás, incluso cuando estamos DETRÁS DE CÁMARAS. Gracias al excelente trabajo de Jonatán, David llegó a ser rey de Israel. Esto nos recuerda que en muchas situaciones cotidianas, nuestra labor puede no estar en el primer plano, pero sigue siendo fundamental.

Por ejemplo: en un equipo de trabajo puede haber personas cuyo rol principal es apoyar a los líderes, asegurando que todo funcione sin problemas. Tal vez el gerente recibe el reconocimiento público, pero sin el apoyo del equipo operativo, los objetivos no se cumplirían. Otro ejemplo: en una empresa, el personal de soporte técnico o administrativo suele trabajar en segundo plano, pero su labor es crucial para que el sistema funcione.

Podemos tomar el ejemplo de padres invisibles pero esenciales: Un padre o una madre que sacrifican sus propios sueños y ambiciones para criar a sus hijos con amor, disciplina y valores muchas veces no reciben el reconocimiento que merecen. Sin embargo, cada pequeño esfuerzo tiene un impacto duradero en la formación y el éxito de sus hijos. Encontraremos innumerables casos en la sociedad

Profesiones menos visibles, como los recolectores de basura, los trabajadores de limpieza o el personal médico de apoyo, son fundamentales para el bienestar de la sociedad. Aunque su labor no sea glamorosa, imaginemos el caos si dejaran de hacer su trabajo.

La pregunta es:

¿Qué tan dispuesto estás a contribuir en algo importante, incluso si no recibes reconocimiento público?

¿Puedes identificar momentos en los que alguien trabajó detrás de escena para apoyarte o ayudarte a alcanzar tus metas?

¿Cómo reaccionas cuando sientes que tu esfuerzo pasa desapercibido?

¿Qué impacto crees que puede tener tu dedicación, aunque no sea visible para todos?

¿Qué significa para ti saber que Dios es quien recompensa tu trabajo, incluso cuando los demás no lo ven?

La lección que podemos aprender de Jonatán es que no importa si estamos en el centro de atención o no, lo importante es desempeñar nuestro papel con integridad, dedicación y fe. Jonatán no buscó competir con David; al contrario, lo apoyó para cumplir su propósito divino. Esto nos enseña que el éxito no siempre se mide por lo que logramos individualmente, sino por cuánto contribuimos al éxito y bienestar de los demás.

Ser desconocido pero valioso, invisible pero invaluable, es una forma poderosa de vivir. En un mundo que premia la visibilidad, Jonatán nos recuerda que lo que realmente importa no es cuánto brillas tú, sino cuánto haces brillar a los demás.

Como dice la Biblia, «Dios no es injusto; no olvidará el trabajo de ustedes ni el amor que han mostrado por su nombre» (Hebreos 6:10). 

¿Estamos dispuestos a jugar un papel crucial, aunque no sea visible? Al igual que Jonatán, podemos ser instrumentos de bendición para otros, confiando en que Dios ve y recompensa todo esfuerzo hecho con amor y fidelidad.

«Dime cómo puedo ayudarte—exclamó Jonatán» (1 Samuel 20:4)

Imagen de This_is_Engineering en Pixabay 

Leandro Jesús Oviedo

Es comunicador, escritor y orador, con una vocación clara: inspirar a la generación actual a conocer y servir a Dios en todas las áreas de la vida. Fue ordenado como evangelista por sus apóstoles Sergio y Liliana Galetto del Ministerio Fuente de Vida. Es autor de los libros: “Descubre quién eres”, “El Café de cada día” y “El Poder de la Inspiración”. Conduce en redes sociales el programa “Entrelazados”, donde entrevista líderes de América y Europa con el propósito de ver unido al cuerpo de Cristo. Es conductor de “Afectados”, programa radial que se transmite por Radio Mitre (Cañada de Gómez). Comparte su podcast titulado “Más Profundo” ofreciendo reflexiones enriquecedoras para el alma. Leandro vive en San Genaro (Santa Fe, Argentina) con su esposa Elisabet y sus hijos Theo y Zoe. Su pasión por seguir a Cristo se refleja en su compromiso de compartir un mensaje transformador y edificante.     

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