¿En qué momento puede usted decir que su iglesia está completamente revitalizada?
En cierto modo, la salud de la iglesia es un proceso continuo. Nunca se llega a ella. De hecho, las iglesias más saludables son inevitablemente desordenadas.
Una iglesia saludable tendrá muchos nuevos creyentes, lo que significa una lucha constante para discipularlos. Este discipulado no sucede instantáneamente. Cuantas más personas alcances para Cristo, más nuevos creyentes tendrás y más desordenada será tu iglesia.
Sin embargo, existen algunos indicadores claves que indican que su iglesia ha dejado atrás la fase de revitalización y se encuentra en una fase de iglesia saludable. Estos cinco indicadores no son exhaustivos, pero le ayudarán a evaluar en qué punto se encuentra en el proceso de revitalización.
Indicador 1: Los niños y estudiantes representan el 25 % o más de la asistencia promedio al culto. La asistencia al culto incluye a todas las personas que se encuentran en el campus para todos los servicios religiosos. Este recuento incluye a los niños, pero no cuente a nadie dos veces. Usted alcanza un umbral saludable cuando los niños y estudiantes (aquellos de 18 años o menos) representan el 25 % o más de su asistencia promedio al culto. En esta etapa, los presupuestos del ministerio de niños y estudiantes deben ser iguales o superiores a su presupuesto para el culto.
Indicador 2: La tasa de conversión alcanza 20:1 o más. Una iglesia saludable tendrá una tasa de conversión de 20:1 o menos. Cuanto menor sea la tasa de conversión, menos personas se necesitan en su iglesia para alcanzar a otros. Cuanto menor sea la tasa de conversión, mejor con esta métrica. Por ejemplo, una tasa de conversión de 1:1 significa que cada persona en su iglesia alcanza a una persona para Cristo cada año. Una tasa de conversión de 100:1 significa que por cada cien personas en su iglesia, solo una persona es alcanzada para Cristo por año. La Iniciativa Hope es un excelente programa para ayudar a mejorar esta tasa.
Indicador 3: Las donaciones siempre superan los gastos. Las iglesias en decadencia suelen tener problemas de flujo de efectivo. Gastan más de lo que reciben en donaciones y ofrendas. Estos déficits se deben con frecuencia a la necesidad: hay que hacer gastos imprevistos, como reparaciones del techo y mejoras del aire acondicionado. Las reservas de efectivo pueden evitar un colapso financiero total durante un tiempo, pero la mayoría de las iglesias no pueden sobrevivir más de unos pocos años con sus reservas. Una iglesia revitalizada llegará a un punto en el que las donaciones superarán los gastos y las reservas de efectivo se acumularán en lugar de agotarse.
Indicador 4: Se minimiza el mantenimiento diferido. El mantenimiento diferido es el proceso de demorar las mejoras necesarias en la infraestructura y los activos debido a limitaciones de presupuesto y efectivo. Las iglesias en dificultades son conocidas por posponer proyectos de capital necesarios. Las iglesias revitalizadas tienen un plan claro para abordar el mantenimiento diferido y lo incluyen como una partida en el presupuesto operativo.
Indicador 5: El número de personas en los grupos es el 80% o más de la asistencia promedio al culto. Una persona que pertenece a un grupo pequeño tiene cinco veces más probabilidades de permanecer en una iglesia después de cinco años que alguien que no pertenece a él, y quienes están en grupos dan significativamente más que quienes no están en grupos. Una marca clave es el umbral del 80%. En las iglesias revitalizadas, la asistencia promedio al grupo será el 80% de la asistencia promedio al culto. ¿Cómo puede llegar a ese punto? Puede aprender a dirigir grupos pequeños saludables que prosperen en su iglesia.
Estos indicadores no son las únicas señales de una iglesia revitalizada, pero son hitos importantes en el camino hacia la salud. Si desea profundizar, el Cuadro de Indicadores de Salud de la Iglesia lo guiará en 12 áreas adicionales para ayudarlo a transitar un camino hacia la revitalización.
Fuente: churchanswers.com
