Una de las situaciones más movilizantes emocionalmente es el suicidio; sea de alguien cercano, una persona de nuestro trabajo o algún vecino: nos asombra, entristece y deja sin palabras.
El suicidio, aunque parezca una obviedad, es quitarse la vida; y la vida es lo más preciado que tenemos. La persona que se quita la vida lo que en realidad pretende es dejar de transitar aquella situación (interna o externa) que lo agobia. Siente que aquellos recursos para gestionar el sufrimiento no le funcionan quedando atrapado y sin salida aparente. La frase que abre una puerta es «Dejando de vivir, se deja de sufrir».
Si quien toma esa decisión es un familiar se presentan la angustia y los planteos ¿Cómo hizo eso? ¿Por qué no nos dimos cuenta? ¿Era para tanto?
El suicidio no conoce edad, raza, nivel sociocultural ni sexo. Puede darse tanto en un adulto mayor como en un preadolescente. No importa la edad sino la situación por la que se está pasando y – como ya dijimos – la carencia de recursos emocionales y espirituales, la poca o nula contención del entorno relacional. La familia es un factor fundamental en la prevención del suicidio. Sepamos que el hablar sobre este tema no provoca ni despierta fantasmas de ideación suicida. Es más, es peor no conversarlo pues desconocemos qué puede estar en la mente de la otra persona.
Como padres, junto con la sexualidad y las adicciones, es un tema que debemos hablar. Es imperativo saber qué piensan sobre el tema y también qué opinamos nosotros sobre ello.
El suicidio no conoce edad, raza, nivel sociocultural ni sexo. Puede darse tanto en un adulto mayor como en un preadolescente. No importa la edad sino la situación por la que se está pasando y – como ya dijimos – la carencia de recursos emocionales y espirituales, la poca o nula contención del entorno relacional. La familia es un factor fundamental en la prevención del suicidio. Sepamos que el hablar sobre este tema no provoca ni despierta fantasmas de ideación suicida. Es más, es peor no conversarlo pues desconocemos qué puede estar en la mente de la otra persona.
Por supuesto, docentes, líderes religiosos y profesionales deben estar atentos a las señales de alerta de una persona con pensamientos suicidas. Estas por lo general son aislamiento, irritabilidad, cambios de comportamiento, altibajos emocionales, sueño constante, insomnio, ansiedad, depresión, conductas autodestructivas, auto laceración, cambios de alimentación, desesperanza, imposibilidad de proyectar un futuro, llanto sin consuelo, abandono de apariencia física, aburrimiento constante, falta de motivación, baja en rendimiento escolar, falta o nulo interés, queja por dolores frecuentes, baja autoestima, comentarios negativos sobre sí mismo, ordenamiento de papeles personales o regalar objetos de valor, hablar constantemente sobre la muerte, etc.
Los antes mencionados son factores predisponentes como la depresión, intentos previos de suicidio, antecedentes psiquiátricos, sucesos vitales estresantes que no son condicionantes ya que, por ejemplo, un adolescente con aburrimiento constante no necesariamente tiene ideación suicida; simplemente puede que esté pasando por una etapa propia de la edad. También hay factores protectores como la relación familiar, la habilidad natural para gestionar los conflictos, autoestima alta, apoyo social y de pares, etc.
Ahora bien, la pregunta es ¿Qué podemos hacer ante una persona con tentativa suicida? En primer lugar, mantener la calma. No intentar convencer mediante la palabra que desista de su actitud, ya que eso lo agobiará. Debemos escuchar lo que dice por rápido que hable o incoherente que nos resulte. Por otra parte, debemos evitar acercarnos de manera violenta ya que eso puede colaborar al apresuramiento de la determinación. Frases como ¨no vale la pena que lo hagas¨ reforzará el concepto interno de que todo lo hace mal.
Counselor y Psicólogo Gustavo Romero
La Fundación Causa de Vida propone charlas y talleres para líderes religiosos, docentes y público en general que deseen capacitarse en la prevención sobre el suicidio. También cuenta con un Grupo de Apoyo Emocional para aquellos que han perdido a alguien cercano por esta causa.
Para más información: facebook.com/fundacioncausadevida.oficial al sitio web Palabrasdedios.com.ar o por WhatsApp al +54 9 11 6536 9539
Imagen de Goran Horvat en Pixabay 1