Biblia es una palabra de origen griego (el plural de biblion, «papiro para escribir» y también «libro»), y significa literalmente «los Libros». Del griego, ese término pasó al latín, y a través de él a las lenguas occidentales, no ya como nombre plural, sino como singular femenino: la Biblia, es decir, el Libro por excelencia.
En la antigüedad, las escrituras las hacían en papiros. La palabra ‘Biblia’ viene del griego (biblion) y este de biblos que significa «rollo de papiro». La palabra ‘papiro’ también nos llega del griego (papirus), pero el biblos era un papiro especial. Los griegos importaban papiro de Egipto al que llamaban biblos, el cual era el nombre del puerto fenicio de donde exportaban este material. Biblos es una corrupción griega del hebreo (gvul) (frontera) y este viene del árabe jabal (montaña).
El Antiguo Testamento fue principalmente escrito en hebreo, aunque algunas partes fueron escritas en arameo. En hebreo antiguo no había separación entre las palabras, ni vocales, ni signos de puntuación. Durante los siglos X al VI (a.C.) un grupo de eruditos judíos, conocidos como los masoretas, inventaron un sistema para poner vocales al antiguo idioma hebreo. Esta versión se llamó la Biblia Hebrea.
En el siglo III (a.C.), la lengua principal de Alejandría era el Koiné (griego popular). Demetrio de Faleron, (bibliotecario de Plotomeo II), ordenó una traducción de la Ley Judía para la Biblioteca de Alejandría. La traducción griega se llamó la Traducción de los Setenta (La Septuaginta o “LXX” en numerales romanos), pues setenta traductores trabajaron en la obra. Bueno, dice la leyenda que 72 traductores completaron la traducción en 72 días. En realidad este trabajo continuó por más de 2 siglos.
Jesús probablemente habló en arameo, pues ese era el idioma de Galilea, Samaria y Judea. Es posible que Jesús también hablara griego, pues el griego era una de las lenguas internacionales por la dinastía ptolemaica que reinaba Egipto después de la conquista de Alejandro Magno. Los Evangelios se escribieron bastante después de la muerte de Cristo. Es probable que se escribieran en griego antes que en arameo. San Juan escribió el Apocalipsis cuando estaba desterrado en la Isla de Patmos. Además, partes del Nuevo Testamento son cartas dirigidas a iglesias griegas (Corintios, por ejemplo). La Iglesia Ortodoxa, es la única fe cristiana que está basada en la lengua original de los Evangelios.
Al final del siglo II (d.C.), el griego popular o Koiné fue perdiendo vigencia social. La Biblia fue traducida a otras lenguas. Los textos usados por la Iglesia Católica-Romana en los primeros siglos, fueron traducidos al latín. La primera traducción completa hecha por la Iglesia fue llamada la ‘Latina Antigua’ o Vetus Latina.
Pero hubo muchas traducciones más y no todas coincidían. En el siglo IV, el papa Dámaso I ordenó a Jerónimo a crear una traducción uniforme de la Biblia, adecuada para la oración y el uso litúrgico. La traducción, debidamente completada según el canon de la Iglesia Católica-Romana, se denomina Vulgata Latina. ‘Vulgata’ porque estaba escrita en la lengua vulgar de esa época. Por Canon se entiende al conjunto de libros reconocidos por la Iglesia Católica-Romana como haber sido inspirado por Dios. ‘Canon’ viene del griego (kanon) y significa “regla”. Originalmente, kanon era una vara de meditación. Luego esa palabra fue usada para denotar una medida o sea ‘regla’.
La traducción de la Biblia Vulgata por parte de Jerónimo se hizo del arameo al latín. Para ello, Jerónimo se fue a vivir a Palestina, para aprender la lengua e incluso de las costumbres y modismos lingüísticos, para que la traducción fuera lo más fiel posible.
En 1455, Juan Gutenberg imprimió la primera Biblia. Esta fue llamada ‘Biblia de Gutenberg’. Antes de esto, la Biblia sólo se podía duplicar copiándola a mano. Gutenberg imprimió solamente 165 copias. La Biblia sólo circulaba en latín. Solamente la Iglesia y los eruditos podían leerla. Martín Lutero, líder de la reforma protestante, tradujo la Biblia al alemán con la idea de hacerla accesible a la gente común. En 1534, Lutero imprimió la primera Biblia en alemán. Más de 100 mil copias fueron distribuidas.
En el año de 1543, Francisco de Enzinas hizo la primera traducción del Nuevo Testamento directamente del griego al castellano. En el año 1569, Casiodoro de Reina tradujo la Biblia completa al español. Esta versión fue conocida como La Biblia del Oso, por llevar la estampa de un Oso en la portada. Cipriano de Valera, hizo una revisión de la Biblia de Reina en el año de 1602. Esta versión fue llamada La Biblia Reina-Valera. Cabe destacar que todas estas versiones eran solamente usadas por los Evangélicos-Protestantes. Estaban prohibidas en España por la Iglesia Católica-Romana, la cual continúa usando la Vulgata. No fue hasta 1782 que la Inquisición española permitió la publicación de la Biblia en Español. La primera traducción al español hecha en el continente americano, fue La Biblia de Vencé, la cual se publicó en México, en 1831.
Fuente: Ministerio Radial Cristo es tu Ruta