En la carrera de la vida, estamos destinados a correr una maratón de resistencia, no de velocidad. Este viaje implica procesos, lecciones y aprendizajes que nos transforman internamente. La meta no es el resultado, sino la capacidad de cambiar nuestra perspectiva constantemente para ver la vida como Dios la ve. Como decía el Apóstol Pablo, quiero ganar a Cristo. Es decir, conocerlo a Él por encima de todas las cosas.
Si pensamos bien, la vida es una manifestación de un espíritu. Nuestros pensamientos, actitudes y obras transmiten un espíritu. La pregunta es; ¿Qué espíritu estamos transmitiendo? Depende de qué naturaleza (vieja o nueva) estamos alimentándonos más. Vale destacar que portamos dos naturalezas: La vieja, adámica, pecaminosa y terrenal, y la nueva que viene por Cristo, celestial y espiritual.
Por eso a veces nos encontramos en el camino equivocado por habernos desviado de la visión primordial. La idea es conocer al Cristo que nos habita. Más allá de las circunstancias, nuestros ojos deben estar puestos en él.
Sin embargo, a menudo nos encontramos enfrentando una niebla espiritual que dificulta nuestro avance. Esta niebla reduce la visibilidad, retrasa la velocidad, nos desvía del camino y tapa la luz del sol, complicando nuestro trayecto hacia el destino. Biológicamente, la niebla se asemeja a una nube que se forma del suelo. Al igual que la niebla física, la niebla espiritual nos impide ver con claridad.
Por eso a veces nos encontramos en el camino equivocado por habernos desviado de la visión primordial. La idea es conocer al Cristo que nos habita. Más allá de las circunstancias, nuestros ojos deben estar puestos en él. Porque él es nuestra mayor recompensa. La pregunta sería: ¿Cuál es tu mayor visión? ¿Cuál es tu motivación? No debería ser un auto, o una casa, sino buscar el tesoro más grande por sobre todas las cosas, que se llama Jesús.
Cuando nos encontramos caminando entre la niebla, buscamos a Dios por lo que Él nos pueda dar y no por lo que Él es. Entonces ¿qué representa Dios para ti? Él tiene sanidad, ¿o él ES la sanidad? Dios te puede dar salvación y amor, ¿o Dios ES amor? Claro porque ÉL ES LA VIDA!!! Esta densa niebla espiritual nos impide reconocer la realidad de Cristo en nosotros.
La Biblia compara esta niebla (nube) con la gloria de Dios, que deberíamos poder expresar en nuestras acciones y pensamientos. Biológicamente, la niebla se forma cuando el aire caliente choca con una superficie fría, generando pequeñas gotas de agua que flotan en el aire y obstaculizan nuestra vista. De manera similar, en nuestra vida espiritual, la niebla puede emerger de nuestras preocupaciones, estrés, placeres fugaces y el orgullo que nos aleja de la humildad necesaria para ver con claridad.
Cuando nos encontramos caminando entre la niebla, buscamos a Dios por lo que Él nos pueda dar y no por lo que Él es. Entonces ¿qué representa Dios para ti? Él tiene sanidad, ¿o él ES la sanidad? Dios te puede dar salvación y amor, ¿o Dios ES amor? Claro porque ÉL ES LA VIDA!!! Esta densa niebla espiritual nos impide reconocer la realidad de Cristo en nosotros.
La preocupación nos sumerge en una espiral de ansiedad, desviando nuestra atención de lo esencial y enredándonos en problemas futuros. El estrés, por otro lado, nos agota física y mentalmente, impidiéndonos conectar con Dios y dejando nuestra fe tambaleante. ¿Quién no estuvo preocupado alguna vez?
Los placeres temporales, esa búsqueda constante de gratificación instantánea, nos alejan de los planes a largo plazo y nos distraen del propósito eterno que Dios tiene para nosotros. Mientras tanto, el orgullo nos ciega ante la realidad espiritual, alimentando una mentalidad terrenal que nos separa de la gloria divina. Como alguien dijo “lo contrario de cristianismo no es satanismo, sino egoísmo” necesitamos menos de nosotros y más de Él.
Por eso “conocemos a Dios mediante experiencias que nos han dejado valiosas lecciones”. Todo el tiempo estamos siendo expuestos a peligros y desafíos. Debemos soltar nuestras cargas y entregárselas al señor Jesús, dejando que el sol de justicia despeje y atraviese con sus rayos de luz la Niebla que nos rodea. Recuerda que detrás de cada situación hay una enseñanza que Dios nos quiere mostrar. Tranquilo, Dios sigue estando en control, no te vas a ahogar, su mano vendrá a rescatarte. Solo Confía.
Recuerda que detrás de cada situación hay una enseñanza que Dios nos quiere mostrar. Tranquilo, Dios sigue estando en control, no te vas a ahogar, su mano vendrá a rescatarte. Solo Confía.
Para despejar esta niebla espiritual, necesitamos un corazón humilde y una fe arraigada en Dios y en Su Palabra. Debemos enfrentar estas distracciones con valentía, permitiendo que la luz de Su verdad ilumine nuestro camino y nos guíe hacia un conocimiento más profundo de Su amor y propósito para nuestras vidas. Confiando en Su gracia y poder, avanzaremos con paso firme, sorteando cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino hacia la plenitud espiritual. Recordando que el evangelio no es para que “mi yo” tenga éxito, sino para que “Cristo sea dado a conocer” a través de mi vida. Por eso entendemos que la gente no necesita recibir a Cristo, sino descubrirlo internamente. La idea es que Él brille sobre nosotros. De esta manera no caminaremos más entre la niebla sino ENTRE LA GLORIA DE DIOS!!!
(Proverbio 23:26) “Dame, hijo mío, tu corazón, y observen tus ojos mis caminos”.
(Pedro 5:7) “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”.
Leandro Jesús Oviedo
Es comunicador, escritor y orador, con una vocación clara: inspirar a la generación actual a conocer y servir a Dios en todas las áreas de la vida. Fue ordenado como evangelista por sus apóstoles Sergio y Liliana Galetto del Ministerio Fuente de Vida. Es autor de los libros: “Descubre quién eres”, “El Café de cada día” y “El Poder de la Inspiración”. Conduce en redes sociales el programa “Entrelazados”, donde entrevista líderes de América y Europa con el propósito de ver unido al cuerpo de Cristo. Es conductor de “Afectados”, programa radial que se transmite por Radio Mitre (Cañada de Gómez). Comparte su podcast titulado “Más Profundo” ofreciendo reflexiones enriquecedoras para el alma. Leandro vive en San Genaro (Santa Fe, Argentina) con su esposa Elisabet y sus hijos Theo y Zoe. Su pasión por seguir a Cristo se refleja en su compromiso de compartir un mensaje transformador y edificante.
leandrojesusoviedo@live.com.ar facebook.com/leandrojesusoviedo instagram.com/leandrojesusoviedo