Mary Jones nació el 16 de diciembre de 1784 en un pequeño pueblo en uno de los profundos valles del norte de Gales. Sus padres eran devotos metodistas calvinistas y ella misma profesó la fe cristiana a la edad de ocho años. Era de una familia pobre, hija de un tejedor, que vivía en Llanfihangel-y-Pennant, una aldea y comunidad escasamente poblada en el área de Meirionnydd de Gwynedd en Gales.
Cuando Mary era niña, ocurrieron varios avivamientos en Gales y el reverendo Charles participó en la predicación de ellos. No solo fue un poderoso predicador, sino también alguien responsable de crear un sistema escolar básico en la región.
En 1791 se encontró en el centro de otra ola de avivamiento y escribió: «Aquí, en nuestro pueblo de Bala, hace algún tiempo, tuvimos un derramamiento muy grande, poderoso y glorioso del Espíritu de Dios sobre la gente en general, especialmente los jóvenes. El estado y el bienestar del alma se convirtieron en la preocupación general del país. Docenas de las personas más salvajes y sin consideración han sido despertadas».
El avivamiento se extendió rápida y ampliamente por la localidad, trayendo consigo no sólo conversiones sino también un profundo enriquecimiento de la fe cristiana de las personas. Fue en este ambiente que, un año después del avivamiento, Mary comenzó a profesar la fe cristiana.
Habiendo aprendido a leer en las escuelas circulantes organizadas por el reverendo Thomas Charles, Mary pronto quiso tener una Biblia para ella.
Las Biblias galesas eran raras y caras, y la copia disponible más cercana estaba en la granja de un vecino a tres kilómetros de su pequeña cabaña. Mary iba allí con regularidad, leía y memorizaba todo lo que podía, pero pronto comenzó a ahorrar para comprar una Biblia. No había ninguna copia a la venta más cerca al condado de Bala, que estaba a 42 kilómetros de distancia. Y no era seguro que allí se pudiera obtener una copia. La Biblia galesa era escasa en ese momento.
Habiendo ahorrado durante seis años hasta que tuvo suficiente dinero para pagar una copia, una mañana en el año 1800, Mary Jones dejó su casa en Bala y caminó descalza 42 kilómetros a través de un terreno montañoso bajando y subiendo colinas del norte de Gales en Gran Bretaña, con la intención de obtener una copia del Rev. Thomas Charles, el único que tenía Biblias a la venta en la región.
Cuando la niña de 15 años llegó al lugar, se encontró que ya no había Biblias para la venta, el reverendo le dijo que todas las copias que recibió se agotaron o ya estaban reservadas. Mary se puso triste a punto de llorar, entonces Charles terminó vendiéndole una de las copias que ya le habían prometido a otra persona.
Fue la impresión que le dejó esta visita de Mary Jones lo que impulsó a Charles a proponer al Consejo de la Sociedad de Tratados Religiosos, la formación de una Sociedad para suministrar Biblias a Gales.
Y en 1804 se formó la Sociedad Bíblica Británica (hoy la Sociedad Bíblica). Alrededor de 300 personas de varias denominaciones se ofrecieron como voluntarias para formar la sociedad con el propósito de proporcionar Biblias más fáciles, más baratas o incluso gratuitas para todas las personas.
Su viaje para obtener la Palabra de Dios impulsó a la fundación de la Sociedad Bíblica Británica en 1805.
Hay una historia que, a la edad de 70 años, Mary Jones dio una cantidad significativa, para ayudar a la Sociedad Bíblica a imprimir un millón de Nuevos Testamentos.
Mary luego se casó con un tejedor llamado Thomas Jones. Murió el 29 de diciembre de 1864 y fue enterrada en el cementerio de la Capilla Metodista Calvinista en Bryncrug, una localidad situada en el condado de Gwynedd, en Gales (Reino Unido).
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