Este año se celebra el 500 aniversario de la fundación del movimiento.
2025 es un año de aniversarios. Desde el 1700 aniversario del Credo de Nicea hasta el 80 aniversario del Día de la Victoria en Europa, hay muchos hitos que reflexionar. Otro es el 500 aniversario de la fundación del movimiento anabautista, un capítulo de la historia cristiana poco conocido.
¿Quiénes eran los anabaptistas?
Los anabaptistas fueron reformadores radicales que surgieron durante la Reforma Protestante. A diferencia de otros reformadores que buscaban revisar las estructuras eclesiásticas existentes, los anabaptistas concibieron una comunidad cristiana completamente nueva, arraigada no en el poder estatal ni en la tradición, sino puramente en las enseñanzas radicales de Jesús.
El término anabaptista fue una etiqueta impuesta por sus críticos. Literalmente significa «rebautizador» y proviene de las palabras griegas ana (de nuevo) y baptizein (bautizar).
Los anabaptistas rechazaron el bautismo infantil, argumentando que el bautismo sólo debería seguir a una profesión personal y consciente de fe en Cristo, lo que los infantes, decían, no podían hacer
Los anabaptistas rechazaron el bautismo infantil, argumentando que el bautismo sólo debería seguir a una profesión personal y consciente de fe en Cristo, lo que los infantes, decían, no podían hacer.
En su opinión, no se trataba de rebautizadores, sino de bautizar propiamente por primera vez.
¿Cómo empezó el movimiento?
El movimiento anabaptista surgió en 1525 en Zúrich, Suiza, cuando los reformadores Conrad Grebel, Félix Manz y George Blaurock (también conocido como Jörg vom Haus Jacob) se distanciaron de los líderes protestantes tradicionales, como Ulrich Zwinglio. Aunque todos formaron parte de la Reforma Protestante en Europa, este grupo consideraba que las reformas existentes no habían sido suficientes para restaurar la iglesia del Nuevo Testamento.
Motivados por las Escrituras y por el anhelo de un discipulado auténtico, comenzaron a realizar estudios bíblicos secretos y a desafiar la legitimidad de las iglesias alineadas con el Estado.
El 21 de enero de 1525, Grebel bautizó a Blaurock tras su confesión de fe, el primer bautismo de adultos del movimiento. Ese acto sencillo y radical se considera ahora el inicio oficial del anabaptismo.
El 21 de enero de 1525, Grebel bautizó a Blaurock tras su confesión de fe, el primer bautismo de adultos del movimiento. Ese acto sencillo y radical se considera ahora el inicio oficial del anabaptismo.
A partir de entonces, los anabaptistas crecieron rápidamente, pero también lo hizo la reacción. Su negativa a bautizar a bebés, a jurar lealtad o a servir en el ejército se consideraba una amenaza tanto para las autoridades civiles como para las religiosas.
Así, los anabaptistas enfrentaron persecución por todos lados, tanto protestantes como católicos. Muchos fueron encarcelados, exiliados o ejecutados por herejía. Sus historias de fidelidad y martirio están recogidas en obras como el Espejo de los Mártires.
¿Qué creen los anabaptistas?
Aunque los grupos anabaptistas se han desarrollado de maneras diversas a lo largo de los siglos, continúan compartiendo convicciones teológicas y éticas claves.
El bautismo del creyente es central en su fe, reservado para quienes eligen libremente seguir a Cristo. También enfatizan el discipulado como estilo de vida, instando a la obediencia diaria a las enseñanzas de Jesús.
Muchos anabaptistas están comprometidos con la no violencia, inspirándose en el Sermón del Monte (Mateo 5-7) para abrazar el pacifismo.
Abogan firmemente por la separación de la Iglesia y el Estado, sosteniendo que la Iglesia debe permanecer independiente del control gubernamental.
Además, las comunidades anabaptistas valoran la comunidad y la sencillez, priorizando a menudo la vida compartida, la cooperación económica y la vida modesta.
Hoy en día, la tradición anabautista perdura en grupos como los menonitas, los amish, los huteritas y los Hermanos en Cristo. Algunos mantienen prácticas tradicionales como la vestimenta sencilla y los carruajes tirados por caballos, mientras que otros están profundamente comprometidos con la sociedad moderna, preservando al mismo tiempo los valores anabautistas fundamentales.
Hoy en día, la tradición anabautista perdura en grupos como los menonitas, los amish, los huteritas y los Hermanos en Cristo.
En todo el mundo, los anabaptistas son conocidos por sus contribuciones a la ayuda humanitaria, la consolidación de la paz y la justicia social.
Como parte de este 500 aniversario, las comunidades anabaptistas están participando en eventos, reflexiones y peregrinaciones para recordar sus raíces y renovar su compromiso con el camino de Jesús.
¿Por qué es importante este aniversario?
En una época donde la fe a menudo se diluye o se politiza, el movimiento anabautista plantea un desafío atemporal: ¿Qué pasaría si tomáramos a Jesús en serio, no solo en la adoración, sino en todos los aspectos de la vida? Esa fue la pregunta radical que impulsó el movimiento hace 500 años, y sigue siendo igual de urgente ahora, aunque no todos la respondan de la misma manera.
La historia anabautista es una historia de convicción, sacrificio y valentía. Al honrar su legado en este año de aniversario, que también nos inspiremos a encarnar su mensaje: seguir a Cristo, cueste lo que cueste.
Este artículo fue publicado originalmente en Christian Today
Foto de Noticia: de Simon Hurry: pexels.com
Foto de Chris F: https://www.pexels.com