Cientos de personas, incluidos más de 125 civiles, han muerto a lo largo de la costa mediterránea de Siria en lo que las autoridades consideran el estallido de violencia más letal desde que los rebeldes islámicos derrotaron a las fuerzas del presidente Bashar al Assad en diciembre.
Más de 225 personas han muerto en los combates que estallaron en Latakia y Tartous esta semana, según un recuento del viernes de la Red Siria de Derechos Humanos, señala CNN.
El grupo documentó al menos 125 muertes de civiles y denunció «ejecuciones generalizadas en el campo” de hombres jóvenes y adultos “sin una distinción clara entre civiles y otros”.
Imagen EFE/EPA/Bilal Al Hammoud 2
El gobierno sirio ha cuestionado la cifra de muertos y ha dicho que un «comité de emergencia” está investigando las denuncias de abusos, según la cadena. Se comprometió a “remitir a la corte militar a quienes excedieron las instrucciones del mando durante la reciente operación militar y de seguridad”.
Una fuente de seguridad dijo a la agencia de noticias estatal SANA que las tropas habían cometido «violaciones individuales” al responder a “grandes multitudes desorganizadas” que viajaban hacia la costa. Según declaraciones oficiales, al menos 150 miembros del personal de seguridad habían muerto desde el jueves y otros 300 habían sido capturados por militantes pro-Assad.
La violencia ha sacudido zonas que antes se consideraban bastiones del apoyo alauita a Asad, que gobernó Siria hasta el año pasado. El régimen de su familia terminó después de que facciones islamistas lo expulsaran del poder, aunque algunos de sus partidarios mantuvieron las armas.
Los alauitas de Siria, alrededor del 10% de la población, tuvieron una influencia significativa en la administración anterior, y muchos entregaron sus armas mientras otros siguieron resistiendo.
En un discurso pronunciado por el presidente de transición de Siria, Ahmad al-Sharaa, también conocido como Jolani, prometió localizar a los responsables de matar a miembros del personal de seguridad. También instó a los agentes a evitar reacciones desproporcionadas, en referencia a los informes generalizados sobre víctimas civiles en los enfrentamientos.
Miembros de las fuerzas de seguridad sirias entrando en la ciudad occidental de Baniyas. Foto: SANA/AFP
Un funcionario dijo que el gobierno tenía como blanco a «exlíderes militares y de seguridad afiliados al régimen extinto”.
Arabia Saudita, un aliado clave del nuevo gobierno, denunció lo que calificó de «crímenes cometidos por grupos ilegales”.
En los videos difundidos en las redes sociales se ve a miembros de las fuerzas de seguridad y hombres vestidos de civil que yacían muertos cerca de vehículos y en zonas residenciales. En las imágenes de una ciudad cercana a Al Jinderiyah se ve a mujeres llorando a al menos 20 hombres vestidos de civil que parecen haber recibido disparos. En otros videos filmados de noche se ve a las fuerzas de seguridad disparando a diestro y siniestro contra atacantes no identificados.
Algunos videos sugerían que las fuerzas gubernamentales habían entrado en Al-Qardaha, la ciudad natal de la familia Assad, en medio de explosiones. Un funcionario del Ministerio de Defensa confirmó que las operaciones allí tenían como objetivo eliminar «los restos del antiguo régimen».
El Ministerio de Salud dijo que elementos pro-Assad atacaron seis hospitales en las zonas rurales de Latakia y Tartous el jueves por la noche, causando muertes entre el personal y los pacientes. Un activista, Abdul Rahman Taleb, informó sobre un asalto en Latakia mientras documentaba los acontecimientos, y agregó que los alauitas le ofrecieron protección hasta que llegaron refuerzos.
En varias ciudades sirias se han producido manifestaciones tanto a favor como en contra de las autoridades de transición.
Un combatiente antigubernamental dispara al aire en una calle de Alepo el 30 de noviembre de 2024. Los yihadistas y sus aliados respaldados por Turquía irrumpieron en la segunda ciudad de Siria, Alepo, el 29 de noviembre, mientras lanzaban una ofensiva relámpago contra las fuerzas del gobierno respaldado por Irán y Rusia. | Imagen nota BAKR ALKASEM/AFP vía Getty Images
Por Anugrah Kumar, colaborador de Christian Post christianpost.com
