Un terremoto de 6,8 grados sacudió el sur de Cuba oriental, una región en la que ocasionalmente se registra actividad sísmica debido a fallas tectónicas complejas. Exploremos las fuerzas tectónicas en acción y la frecuencia con la que se sienten los temblores en esta región.
La proximidad de la isla a fallas geológicas activas, sobre todo en el este, la sitúa en una zona de importancia geológica dentro del Caribe.
El 10 de noviembre de 2024 se produjo un seísmo de magnitud 6,8 al sur de Cuba, como consecuencia de un deslizamiento significativo a poca profundidad cerca de la Zona de Falla Septentrional-Oriente.
Este sistema de fallas activo, ubicado donde interactúan las placas de América del Norte y el Caribe, generó un sismo con una profundidad de 14 kilómetros y su epicentro se localizó a 40 kilómetros al sur de Bartolomé Masó en Granma, Cuba.
Si bien Cuba no suele estar asociada con altos niveles de riesgo sísmico, la parte oriental de la isla sí experimenta una actividad sísmica regular, aunque moderada, debido a su proximidad a varias fallas activas.
Este evento sísmico resalta la actividad tectónica de la región, ya que las placas se deslizan una sobre otra a lo largo de estas fallas, creando potencial para terremotos periódicos y poderosos.
Entorno geológico e influencias tectónicas
El este de Cuba está situado en el límite entre las placas tectónicas norteamericana y caribeña. Este límite tectónico está marcado por la Zona de Falla de Oriente, una importante falla de deslizamiento que discurre paralela a la costa sureste de Cuba.
La zona de falla Septentrional-Oriente es una falla transformante dinámica, bordeada por la placa de América del Norte al norte y la microplaca de Gonâve al sur.
Esta región está clasificada como un límite de deslizamiento, en el que las placas se deslizan horizontalmente unas sobre otras. Estos límites son conocidos por producir frecuentes terremotos de intensidad moderada a fuerte.
¿Qué tan frecuentes son los terremotos en el este de Cuba?
La zona oriental de Cuba no es ajena a los terremotos, aunque estos suelen ser de intensidad moderada. La región experimenta temblores pequeños o moderados con frecuencia, y fenómenos de mayor magnitud ocurren periódicamente, por lo general una vez cada varios años. Históricamente, la mayoría de los terremotos que se sienten en Cuba son de magnitud moderada, por lo general por debajo de una magnitud de 5,0.
Como señaló el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), en los últimos 50 años, esta zona ha experimentado otros 23 terremotos de magnitud 5 o superior. Cabe destacar que el 28 de enero de 2020, un poderoso terremoto de magnitud 7,7 golpeó cerca de Lucea, Jamaica, a solo 185 km al oeste del epicentro del último terremoto.
Algunos de los más notables incluyen:
Terremoto de Santiago de Cuba de 1932: uno de los terremotos más potentes jamás registrados en la historia de Cuba se produjo cerca de Santiago de Cuba, con una magnitud de 6,7. El epicentro de este importante sismo se localizó aproximadamente a 37 kilómetros al sursureste de Santiago de Cuba. Este intenso sismo causó daños generalizados en la zona, afectando gravemente a la infraestructura, las viviendas y los edificios públicos, y alterando la vida cotidiana en toda la región.
Terremoto del Caribe de 2020: aunque su epicentro se encontraba entre Cuba y Jamaica, este terremoto de magnitud 7,7 afectó partes de Cuba, lo que demuestra el potencial de las fallas cercanas para producir grandes eventos.
